En Help Pest Control siempre nos consultan cual es la eficacia de los equipos de ultrasonido, si bien nosotros no recomendamos estos equipos, podemos justificar nuestra decisión de no trabajar con estos dispositivos de acuerdo al siguiente articulo.
Aquí tienes algunos argumentos para explicar por qué estos dispositivos no son efectivos, por lo tanto no son recomendados:
- Biología y comportamiento de las aves:
- Las palomas son capaces de adaptarse a nuevos estímulos y sonidos. Si bien pueden ser inicialmente perturbadas por el ultrasonido, tienden a habituarse rápidamente a estos sonidos y perder su efectividad como método de disuasión.
- Limitaciones del ultrasonido:
- Los equipos de ultrasonido emiten sonidos de alta frecuencia que no son audibles para los humanos, pero esto no garantiza que sean igualmente molestos o efectivos para las aves. Las aves tienen una audición diferente y pueden no ser tan sensibles a las frecuencias ultrasónicas como algunos mamíferos, insectos u otros animales.
- Falta de evidencia científica:
- La eficacia de los dispositivos de ultrasonido para el control de plagas de aves ha sido cuestionada por la comunidad científica. No existe una base sólida de evidencia científica que respalde su eficacia a largo plazo en la disuasión de aves.
- Respuesta variable de las aves:
- Las aves tienen diferentes niveles de tolerancia a los estímulos y pueden no ser igualmente afectadas por los dispositivos de ultrasonido. Algunas aves pueden simplemente ignorar los sonidos o adaptarse a ellos con el tiempo.
- Problemas éticos y legales:
- En algunos lugares, el uso de dispositivos de ultrasonido para controlar plagas de aves puede estar sujeto a restricciones legales debido a preocupaciones éticas y de bienestar animal. Estos dispositivos pueden causar molestias a otras especies no objetivo y no discriminan entre aves indeseadas y aves protegidas por la ley.
En resumen, aunque los equipos de ultrasonido han sido promocionados como una solución para el control de plagas de aves, su efectividad es cuestionable y no están respaldados por una sólida evidencia científica. En lugar de depender de estos dispositivos, es recomendable considerar otras opciones de control de plagas que sean más efectivas y autorizadas por el SAG.